23 Ago LaLiga de fútbol de Tebas: mucho branding, poca reputación
LaLiga, la emblemática liga de fútbol española, ha experimentado un giro tumultuoso en su trayectoria que plantea serias interrogantes sobre su
prestigio y posición en el escenario europeo. A pesar de su reciente intento de revitalizar su imagen a través de un cambio de identidad corporativa
bajo el lema “La fuerza de nuestro fútbol”, las malas noticias no dejan de acechar a la liga, arrojando una sombra de duda sobre su verdadera fortaleza
y competitividad.
Uno de los golpes más contundentes para LaLiga ha sido su sorprendente caída del Top 3 de las Grandes Ligas europeas en la temporada 22/23. Esta
desafortunada disminución marca un punto de inflexión en su historia, ya que durante años había mantenido una posición destacada en la élite del fútbol
europeo. Una racha de éxitos se ha visto quebrantada, dejando a LaLiga en una posición incómoda y cuestionable.
La última actualización de los coeficientes de las asociaciones de clubes europeos por parte de la UEFA ha exacerbado aún más la preocupación. Esta
reciente evaluación colocó a Francia fuera del top 5, lo que sugiere que incluso la condición de las Grandes Ligas no es inmune a la volatilidad y a
los cambios en la jerarquía futbolística. Esta amenaza latente se cierne sobre LaLiga, poniendo en duda su capacidad para mantener su estatus y su
influencia en el mundo del fútbol.
Resulta irónico que, en medio de esta caída en el ranking UEFA, LaLiga EA Sports continúe apareciendo en el segundo puesto en la clasificación general
de la UEFA, solo por detrás de la Premier League inglesa. Si bien esto podría considerarse un logro, no se puede pasar por alto el hecho de que
la liga española ha perdido terreno significativo en términos de coeficiente, lo que plantea dudas sobre la consistencia de su desempeño en el
tiempo.
Sumado a ello, LaLiga se posiciona como la que menos inversión realiza en Europa. Hasta el momento, los 20 equipos de la Primera División han gastado
alrededor de 220 millones de euros en fichajes durante este verano, lo que equivale a menos de una décima parte de la inversión total hecha por los
equipos de las cinco principales ligas europeas, cuya suma ya alcanza los 2.600 millones de euros. Y en la cima de todas ellas, como de costumbre, se
encuentra la Premier League. La competición inglesa supera los 1.100 millones y multiplica por cinco el gasto total acumulado en la liga española.
Pero los problemas de LaLiga van más allá de su posición en las tablas. La imagen de la liga ha sido afectada por una serie de controversias y
problemas de reputación que han minado su credibilidad. Uno de los casos más destacados es el denominado “Barçagate” y los casos de supuesta corrupción
deportiva relacionados con el F.B Barcelona. Caso, al que, además de seguir su proceso judicial, se le suman nuevas polémicas como las famosas
“palancas”.
El Barça consiguió burlar el Fair Play Financiero gracias a una operación que meses después se ha demostrado fraudulenta. El Barça ganó la Liga —y
jugará la próxima edición de la Champions— porque fichó jugadores que fueron inscritos gracias a una palanca nunca pagada por Roures. Onefootball lo resume de forma explícita: “Cada año es una vuelta más al tablero del Monopoly, al pasar por la
casilla de salida el Barça recibe la promesa de cobrar los millones virtuales necesarios para burlar el Fair Play Financiero y la Liga le admite cada
venta simulada”.
Casualmente, hoy mismo, el Fútbol Club Barcelona ha anunciado la culminación de un acuerdo estratégico con Libero Football Finance AG y NIPA Capital
B.V., destacadas empresas asesoras de inversiones privadas. Como resultado de esta colaboración, ambas entidades se suman como nuevos socios de
Bridgeburg Invest, una de las divisiones de Barça Vision. En virtud de este acuerdo, estas compañías han adquirido una participación del 29,5% en Barça
Vision (Bridgeburg), realizando una inversión de 120 millones de euros. Esta inversión corresponde a una porción de la propiedad que previamente estaba
en manos de Socios.com y Orpheus Media, marcando así un hito en la evolución de la estructura accionaria de la entidad.
Evidentemente todo ello ha expuesto la falta de neutralidad y transparencia en la toma de decisiones y la imposición de sanciones. LaLiga parece estar
luchando por mantener una imagen de imparcialidad y justicia en medio de operaciones financieras cuestionables y violaciones del fair play financiero
por parte de algunos equipos. Sin embargo, los problemas no acaban aquí. Durante el pasado mes de Mayo, los inversores castigaron los bonos de CVC y
LaLiga ya que los tipos de la deuda que el fondo colocó para pagar el acuerdo con LaLiga superaron el 8%. Esto evidentemente conlleva que cada
polémica, cada caso de corrupción, cada conflicto de intereses y cada escándalo deportivo que adquiera repercusión mediática terminen afectando a los
tipos de deuda, por lo que parece que “callar para no espantar liebres” explican las posturas pasivas de LaLiga a la hora de tomar drásticas
decisiones.
En otro orden de consideraciones, las controversias protagonizadas por Javier Tebas, quien ostenta el cargo de presidente de LaLiga, han tenido el
efecto de socavar la propia reputación de la institución. Sus mensajes, respuestas y réplicas poco convencionales en plataformas como Twitter, revelan
una actitud que dista de la diplomacia y la tolerancia, al tiempo que se involucra de manera directa y vehemente en debates con aquellos que cuestionan
sus decisiones. Incidentes como su confrontación con Vinicius Jr., que desencadenó en una posterior disculpa pública, así como sus disputas con Piqué
en relación a la Final Four de la Kings League, son ejemplos inequívocos de cómo, pese a los esfuerzos por forjar una imagen positiva para LaLiga, esta
se ve desvirtuada por las reacciones impulsivas y las respuestas en las redes sociales por parte del presidente.
El cambio de imagen corporativa emprendido por LaLiga, si bien es loable en su intento de expandirse globalmente y diversificar su presencia en
diversas industrias, parece ser eclipsado por la lucha interna y las tensiones que afectan su credibilidad en el mundo del fútbol. La aspiración a ser
considerara una de las grandes ligas europeas de mayor atractivo, ve su viabilidad cuestionada por los múltiples frentes que de una forma u otra
golpean y merman su reputación.