12 Jun El compromiso cuestionable de las marcas con la adopción del Metaverso
En los últimos años, el concepto del metaverso ha capturado la imaginación colectiva y se ha convertido en un tema candente en el mundo de la
tecnología. Desde visionarios hasta empresas de renombre, todos parecen estar subidos al tren del metaverso, prometiendo una nueva era de experiencias
virtuales y conexiones humanas sin precedentes. Sin embargo, es imperativo que analicemos esta tendencia con un ojo crítico y evaluemos si realmente
estamos frente a una revolución o simplemente ante una moda pasajera destinada a fracasar.
Es cierto que existe cierta controversia en torno a la definición precisa del metaverso. Dado que el concepto del metaverso es relativamente nuevo y
está en constante evolución, no hay una definición universalmente aceptada que abarque todos los aspectos y enfoques de esta tecnología emergente. En
general, suelen referirse al metaverso como a un espacio virtual compartido de forma online, donde las personas pueden interactuar entre sí y con
entornos y objetos digitales en tiempo real. Este espacio virtual se concibe como un mundo tridimensional inmersivo que puede estar basado en la
realidad virtual, la realidad aumentada o una combinación de ambas. Llegados a este punto, no encontramos ninguna novedad tecnológica que no se
conociera de antemano e incluso tuviera cierta similitud con ejemplos frustrados del pasado que terminaron en sonados fracasos tecnológicos como Second
Life.
Antes de dejarnos llevar por la euforia, debemos examinar las limitaciones actuales del metaverso
En primer lugar, la adopción masiva del metaverso requeriría una infraestructura tecnológica y una conectividad de Internet excepcionales. Aunque hemos
experimentado avances significativos en estas áreas en los últimos años, todavía existen desafíos en términos de velocidad de conexión, ancho de banda
y cobertura global. Además, es importante considerar que gran parte del mundo aún carece de acceso a Internet, lo que limitaría enormemente la
participación en el metaverso.
Aunque esta tecnología puede ofrecer experiencias inmersivas emocionantes, su adopción generalizada puede verse obstaculizada por barreras económicas y
de acceso. Los costos asociados con los dispositivos de realidad virtual y los requisitos de infraestructura pueden limitar la participación de
aquellos que no pueden permitirse estos recursos. Esto podría generar una brecha digital y una exclusión de aquellos que no tienen los medios
para acceder al metaverso.
A nivel de negocios, si bien se espera que esta tecnología cree nuevas oportunidades comerciales y empleos, también existe el riesgo de una mayor
polarización económica. Aquellos que tienen acceso y habilidades para aprovechar el metaverso pueden beneficiarse, mientras que los menos
privilegiados podrían quedar excluidos y marginados. Esto deja a una gran parte de la población fuera de esta experiencia, lo que plantea
dudas sobre la inclusividad y el alcance real de las marcas que dicen apostar por el metaverso.
Por poner un ejemplo, recientemente Apple reveló uno de los secretos más anticipados en el ámbito tecnológico: sus gafas de realidad aumentada,
conocidas como Vision Pro. Estas gafas estarán disponibles a partir de 2024, inicialmente en los Estados Unidos y posteriormente en otros países a lo
largo del año siguiente. El principal problema, su precio, 3.500 dólares y muchas más dudas que certezas sobre sus capacidades y rendimiento.
Meta y su cambio de rumbo que nos aleja del metaverso
La compañía Facebook, ahora conocida como Meta, podría estar aparcando silenciosamente el metaverso debido a varios factores. En primer lugar, la
compañía ha enfrentado dificultades financieras, con una disminución en las ventas y beneficios netos, y se espera que estos retrocesos continúen. Esto
ha llevado a Mark Zuckerberg a implementar medidas de eficiencia, incluyendo despidos masivos y un enfoque en el negocio tradicional de las redes
sociales, que sustentan su negocio publicitario.
Además, existen amenazas significativas para el imperio publicitario de Meta, como la política de privacidad de Apple y la creciente competencia de
empresas como Amazon en el campo de la publicidad en línea. Estas presiones han llevado a la compañía a reevaluar sus prioridades y a centrarse en
áreas más rentables y seguras, como la inteligencia artificial. La empresa ha mostrado un renovado interés en la IA, con el lanzamiento de nuevas
funciones y la creación de un equipo dedicado a desarrollar experiencias en torno a esta tecnología en todos sus productos.
Si bien el metaverso fue presentado como una apuesta estratégica para el futuro de la compañía, su implementación ha demostrado ser costosa y aún
no ha generado un retorno significativo.
Ante las dificultades financieras y las amenazas a su modelo de negocio principal, Facebook parece estar aparcando temporalmente el metaverso y
volviendo a centrarse en sus raíces como una red social tradicional. Este cambio de enfoque puede ser una estrategia para proteger y fortalecer su
posición en el mercado frente a competidores como Google y Microsoft.
Metaverso: modas pasajeras y burbujas especulativas
Es importante tener en cuenta que, si bien el metaverso tiene el potencial de ofrecer experiencias virtuales fascinantes y abrir nuevas oportunidades,
también enfrenta numerosos obstáculos que podrían conducir a su fracaso.
La historia de la tecnología está llena de modas pasajeras y promesas incumplidas, y el metaverso no está exento de esa posibilidad.
La sobreexcitación y la inversión desmedida en el metaverso podrían llevar a una burbuja especulativa similar a la de la fiebre de las puntocom en la
década de 1990. Si los resultados no cumplen con las expectativas generadas, podríamos enfrentarnos a una desilusión generalizada y una pérdida
significativa de inversión. Esto podría llevar a un retroceso en el desarrollo y la adopción del metaverso, y hacer que la tecnología sea relegada al
olvido.
El compromiso de las marcas con el Metaverso es más que cuestionable
El metaverso ha captado la atención de diversas marcas en los últimos tiempos, pero resulta necesario analizar si realmente están apostando por esta
tendencia o si se trata solo de un intento de aprovechar la ola de popularidad. Algunas empresas han anunciado su incursión en el metaverso, pero su
compromiso real con esta tecnología es cuestionable.
Si bien es cierto que algunas marcas han realizado inversiones considerables para desarrollar experiencias inmersivas en el metaverso, otras parecen
estar siguiendo una estrategia más superficial. Estas últimas se limitan a crear eventos virtuales o campañas promocionales en plataformas como redes
sociales, sin una verdadera integración en un entorno metaverso completo y coherente.
Además, es importante destacar que la idea del metaverso va más allá de simplemente crear avatares o mundos virtuales. Implica la creación de un
ecosistema en el que los usuarios puedan interactuar, socializar, trabajar y consumir productos de manera virtual. Sin embargo, algunas marcas parecen
estar más interesadas en la publicidad y el marketing dentro de estos entornos que en construir una experiencia integral y significativa para los
usuarios.